Los avances en Radioterapia en la lucha contra el cáncer de mama
ENTREVISTA AL DOCTOR ÁNGEL MONTERO – CÁNCER DE MAMA
Oncólogo Radioterápico del Hospital Universitario HM Sanchinarro.
Coordinador del Grupo de Mama (GEORM) de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR)
-¿Cuál es el perfil del paciente de cáncer de mama en España?
El cáncer de mama es el tumor más frecuente en la mujer española, representando el 29% de todas las neoplasias diagnosticadas en mujeres, con una incidencia de 19,5 nuevos casos por cada 100.000 mujeres/año pero con una de las tasas de mortalidad más bajas de la Unión Europea (11,64 casos de cada 100.000, según el European Cancer Mortality Predictions for the Year 2015[1]) y una supervivencia global a los 5 años superior al 84%.
Los dos principales factores de riesgo para el cáncer de mama son ser mujer y tener una edad avanzada. Así, la gran mayoría de cánceres de mama se diagnostica en mujeres mayores de 50 años, siendo infrecuente el diagnóstico antes de los 40 años de edad.
-Entre los 20 y 35 años, el cáncer de mama es infrecuente, pero no imposible. ¿El cáncer es más agresivo en las mujeres jóvenes que en las que más edad? ¿Cómo debemos controlarlo? ¿Somos demasiado jóvenes a esta edad para preocuparnos?
El cáncer de mama es poco frecuente en las mujeres jóvenes, lo que no quiere decir que no pueda presentarse a estas edades. En general, menos del 7 % de todos los casos de cáncer de mama ocurren en mujeres menores de 40, y aunque puede ocurrir en cualquier mujer, una serie de factores de riesgo específicos deben considerarse en mujeres jóvenes. La presencia de antecedentes personales de cáncer de mama o algunas enfermedades de la mama no cancerosos; antecedentes familiares de cáncer de mama, especialmente en una madre, hija o hermana; historia previa de radioterapia en el área torácia (por antecedente de Enfermedad de Hodgkin, por ejemplo); ser portadora de mutaciones genéticas específicas (BRCA1 o BRCA2).
También se ha descrito una mayor propensión a la aparición cáncer de mama en edades tempranas en aquellas mujeres que tuvieron su primera regla antes de los 12 años y en aquellas con un primer embarazo tardío. Otros posibles factores de riesgo incluyen el consumo excesivo de alcohol, la obesidad o el sedentarismo.
El diagnóstico del cáncer de mama en mujeres jóvenes es más difícil, debido a que su tejido mamario es generalmente más denso que en las mujeres mayores, lo que dificulta la interpretación de las pruebas de imagen de ecografía o mamografía. De nuevo, es fundamental incidir en la importancia que tiene la consulta precoz ante la a aparición de cualquier cambio o lesión sospechosa en la mama, incluso en mujeres muy jóvenes para evitar retrasos en el diagnóstico. Desgraciadamente aún, muchas mujeres jóvenes ignoran las señales de advertencia, como la aparición de bultos o secreción por el pezón, porque creen que son demasiado jóvenes para tener cáncer de mama.
En general, no se recomiendan la realización de pruebas de imagen (ecografías, mamografías o resonancias magnéticas) de manera sistemática en mujeres menores de 40 años de edad. Sin embargo, en ocasiones se recomiendan para mujeres más jóvenes con antecedentes familiares de cáncer de mama, portadoras de mutaciones genéticas en BCRA1/BCRA2 u otros factores de alto riesgo.
Con el tratamiento adecuado, las posibilidades de supervivencia para las mujeres jóvenes con diagnóstico de cáncer de mama temprano son buenos, aunque los cánceres de mama diagnosticados a una edad más joven albergan características clínico-patológicas más agresivos y, más recientemente, han sido reconocidos como una entidad biológica única, con tasas de supervivencia son inferiores, en comparación, con los de las mujeres de edad más avanzada. Los cánceres de mama en las mujeres más jóvenes son más propensos a ser de crecimiento rápido, más alto grado y con receptores hormonales negativos. Las mujeres que son diagnosticadas a una edad más joven también son más propensos a tener un gen BRCA1 o BRCA2 mutado y a presentar con mayor frecuencia un fenotipo tumoral con ausencia de expresión de receptores hormonales o de HER2 ("triple negativo") con un comportamiento más agresivo.
El tratamiento del cáncer de mama en mujeres por debajo de los 40 años es similar al de mujeres de edad avanzada. Sin embargo, debe tenerse siempre en cuenta que la quimioterapia, la hormonoterapia o los tratamientos locorregionales de cirugía y radioterapia pueden tener impacto tanto sobre la salud a largo plazo, incluyendo trastornos en la fertilidad futura, favoreciendo la aparición menopausia prematura, la salud ósea o incluso la aparición de trastornos cognitivos tardíos por efecto de los fármacos empleados en el tratamiento del cáncer de mama. Por todo ello, el tratamiento de estás pacientes debe de ser sumamente individualizado, valorando siempre exhaustivamente pros y contras, presentes y futuros, de cada alternativa terapéutica.
-Aunque en algunos casos existe un componente hereditario, he leído que el estilo de vida influye mucho a la hora de desarrollar cualquier tipo de cáncer. ¿Cuáles son las medidas más apropiadas para prevenir el cáncer de mama?
Hay un montón de factores de riesgo relacionados con el cáncer de mama. Sobre los dos más comunes, ser mujer y envejecer, poco se pude hacer, pero si es posible tratar de interactuar sobre otros factores que se han relacionado con el riesgo de padecer un cáncer de mama. La mayoría de factores de riesgo para el cáncer de mama sobre los que podemos actuar provienen de una exposición mantenida a concentraciones altas de estrógenos. Por ello, se ha relacionado en ocasiones el riesgo de padecer cáncer de mama con el consumo mantenido de anovulatorios orales, con la menopausia tardía, con la terapia hormonal sustitutiva en la menopausia o con la obesidad, situaciones todas ellas que se asocian con un aumento en la exposición a los estrógenos. Evitar el sobrepeso y la obesidad manteniendo una dieta equilibrada y saludable, restringiendo el consumo excesivo de grasas o alcohol y hacer ejercicio de manera regular, sobre todo después de la menopausia, o evitar en los posible la administración de tratamientos hormonales son actitudes que van a redundar en una mejor salud de las mujeres y pueden contribuir a disminuir el riesgo de desarrollar un cáncer de mama.
- ¿Cuál es la forma de detección más frecuente: auto-exploración, mamografía…?
Debido al extenso uso de la mamografía como medio de cribado poblacional masivo, la mayoría de los cánceres de mama en España se diagnostican antes de que aparezcan signos y síntomas evidentes del mismo. Sin embargo, no todos los cánceres de mama se encuentran a través de la mamografía.
Una adecuada auto-exploración continúa siendo una herramienta fundamental para el diagnóstico. Conocer la propia mama, y estar prevenida y atenta ante la aparición de cambios en la misma, deben de ser la primera señal para acudir al médico.
Pero hay que saber también que las señales de advertencia de cáncer de mama no son los mismos para todas las mujeres. Los signos más comunes y que por los que se debe consultar sin demora al médico son:
- aparición de bultos o tumoraciones en mama o axila
- presencia de áreas en la mama de inflamación, enrojecimiento o aumento de la temperatura
- cambios en la forma y aspecto de la mama
- aparición de áreas de retracción de la piel en la mama
- aparición de picor, erupciones o incluso heridas en la piel del pezón o las areolas
retracción e inversión del pezón - aparición de secreción por el pezón
- dolor persistente en la mama
En la mayoría de los casos, estos cambios no son debidos a la presencia de un cáncer. Sin embargo, deben de ser motivo más que suficiente para cualquier mujer para consultar sin demora con su médico, quien valorará la realización de pruebas adicionales necesarias para el diagnóstico.
-Mamografías: ¿A partir de qué edad son obligatorias las revisiones y con qué frecuencia?
Los programas de cribado poblacional del cáncer de mama mediante la realización de mamografías rutinarias a mujeres asintomáticas han tenido una gran aceptación en los últimos 40 años. Tradicionalmente, se considera que el programa de cribado del cáncer de mama debe realizarse mediante mamografías bianuales en todas las mujeres entre 50 y 69 años. Sin embargo, en los últimos años son cada vez mayores, y de mayor prestigio y peso científico, las voces que se alzan en contra de los programas de cribado indiscriminado en todas las mujeres. Las críticas hacen hincapié en su baja eficacia para reducir la mortalidad por cáncer de mama o en el riesgo, no despreciable, de sobrediagnósticos y consecuentes sobretratamientos a los que se expone a las mujeres, contraponiéndolos frente al alto consumo de recursos de estos programas. Además, baste recordar que la mortalidad por cáncer de mama se ha reducido enormemente en las últimas décadas, pero que esta reducción ha sido mucho más significativa entre las mujeres menores de 40 años, precisamente aquellas no incluidas en los programas de cribado poblacional sistemático, y que esta mejoría en la supervivencia es directamente atribuible a las mejoras y avances en los tratamientos frente al cáncer de mama. Probablemente, más importante que la realización sistemática de mamografías en mujeres asintomáticas sea convencer a las mismas de la necesidad de consultar inmediatamente y sin demora ante la aparición de cualquier anomalía en la mama, de vencer el miedo que aparece y puede bloquear y retrasar el diagnóstico.
Para seguir leyendo la entrevista, pincha en el siguiente enlace: http://www.seor.es/los-avances-en-el-diagnostico-y...
Comentarios
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¡Gracias SEOR! Muy interesante, informativo y adecuado para las fechas en las que estamos, en este mes de concienciación del cáncer de mama. Seguimos leyendo en vuestra web.
¡Saludos!
Moderadores
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Es una información muy interesante, ya que hay mucha variedad de información que te llega a dar a entender claramente a lo que quiere hablar, ya sea de como identificar los sintomas a donde ir para que te atiendan.
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eso quiere decir que en mi caso con 39 años tengo mas posibilidades de no superar la enfermedad que una mujer con mayor edad?
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